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lunes, 3 de abril de 2023

Vuelo loco

Estaba pronosticado lluvia, pero como últimamente sucede pasó de largo. Luego supe que la lluvia llegó por la noche, cuando ya no estábamos por allí. Hasta la hora en la que llegamos al aeropuerto el sol partía la tierra, el asfalto y las personas. No había volado en un tiempo, y como suele suceder, unas semanas antes del vuelo llegaron a mi toda clase de series y películas sobre catástrofes aéreas. Es malo Netflix. Me recomendó "Manifiesto", una serie en la que un avión con mas de 200 pasajeros desaparece y re-aparece cinco años después con total la tripulación intacta, incluyendo polizones. Mi compañera de viaje, Paula, me había comentado que volar le daba ansiedad. Comentario que pasé por alto, porque a mi ansiedad me dan muchas cosas, pero tarde descubrí que su ansiedad era en serio. Mal hecho. Lo que ella catalogaba como "ansiedad" era mas bien "claustrofobia", y se clavó un ansiolítico antes de que subiéramos al avión.
Conocí a Paula hace dos años, cuando empezamos a correr juntas. Nuestra amistad reciente terminó en un viaje que me hizo conocerla un poco mejor. 
Quise entrar al avión rápidamente, porque afuera sobre el asfalto el calor era sofocante. Me imaginé entrar al avión y disfrutar el aire acondicionado, pero Paula me suplicó que esperemos afuera todo lo posible. Así que me quedé debajo de la trompa del avión tratando que la sombrita nos proteja un poco del calor. No había tenido eso en cuenta antes. Acostumbrada a viajar con Diego y las nenas, ellos tienen otras cosas a las que ya estoy acostumbrada y ellos están acostumbrados a mis cosas. Pero viajar con una persona nueva a la que no conocía tanto implicaba también ir acostumbrándome a esas cosas de la cotidianidad.
No lo mencioné antes, pero el día del vuelo, no era cualquier día. Era 9 de diciembre de 2022. Tampoco la hora, era cualquier hora, sino que era 14:00. Si todavía no caíste en la fecha y la hora, te ayudo. Los Argentinos del vuelo estaban muertos de nervios y rogaron cualquier actualización futbolística al piloto. En la fantasía colectiva, el piloto estaría mirando los partidos en un led gigante en la cabina del avión, mientras el piloto automático haría todo el trabajo.
Los asientos eran de a tres, y el de la ventana estaba ocupado por un nervioso hincha Argentino. El hombre era pequeño, y no paraba de mirar el reloj. Hasta que el avión despegó miró el celular todo lo que pudo. Y luego canturreó (¿rezó?) todo el viaje. Se revolvía en el asiento. Sufría, quizá pensando vaya a saber qué cosa. a mi derecha Paula estaba muy tranquila. El ansiolítico había hecho su efecto, y había tenido la buena idea de descargar unas pelis en su celular. Vimos "Matrimillas" y conocimos el concepto de que con este viaje de amigas estábamos gastando matrimillas. Fue entretenida y nos hizo pensar en otras cosas diferentes a catástrofes aéreas, encerramientos y partidos e fútbol.
En mitad del vuelo, el llamador del piloto se encendió.
Suspenso.
"Brasil está eliminado de la copa del mundo por penales frente a Croacia". El avión se ahogó en exclamaciones, algunas de sorpresa, otras de evidente alegría. Hubo un par de "¡Vamos carajo!". La mitad del avión no entendía nada de lo que había pasado. La mitad de los pasajeros eran extranjeros. A Ushuaia no viajan muchos Argentinos.

Seguimos viaje y vinieron los dos goles. La felicidad y el miedo, porque faltaban los últimos minutos de partido y el piloto debía aterrizar. Nos advirtieron que el aterrizaje podría ser complicado en Ushuaia por la zona, pero nada pasó. Por un rato no sabríamos nada del partido y el avión se posó como un pajarito en la tierra.
Los hinchas habilitaron un par de celulares mientras que el avión estacionaba y abría la puerta. Algunos se agolparon como primitivos alrededor de los fuegos. Las caritas se iluminaban con ilusión y expectativa.
De pronto vino la mala noticia "Holanda metió un gol". Un par de retorcijones de panza, un zumbido de malestar general. Miedo.
Una sola cara se ilumina, y un puño se cierra en señal de victoria "biennn!" dice una cara entusiasta en medio de miradas asesinas y nerviosas ¿Algún holandés sin miedo de morir en el fin del mundo?

Las puertas del avión se abrieron y todos corrieron en el pasillo del aeropuerto hasta la siguiente meta-fueguito-televisión. Nunca había estado allí y ahora pienso que debería observar ese lugar increíble y desconocido. Pero en ese momento no lo pensé, me apresuré a tomar el equipaje como el resto.
Al partido le quedan diez minutos y Argentina gana 2 a 1.
Nos agolpamos nerviosos con otros hinchas que quedaron estancados en el aeropuerto en un bar. Las mesas abarrotadas, los pasillos abarrotaos. La respiración contenida.
Los extranjeros no entienden nada y piden un remís para ir a sus hoteles.
La mitad de los humanos nos quedamos allí mirando en una tele chiquita, unas doscientas personas.
Un último tiro libre y todo va a haber terminado. No queremos mirar y nos vamos al final del pasillo, ya muy nerviosas, al parecer el ansiolítico es bueno para los aviones, pero no hay nada efectivo contra los partidos del mundial, porque Paula está tan nerviosa como todos.
Un grito desesperado y confuso nos llega desde la zona del bar ¿Qué fue eso? ¿Era felicidad? ¿desesperación¿dolor? Las caras nos dicen todo, y decidimos tomar un remis lo antes posible y llegar a la cabaña antes que termine el partido.
La remisera va escuchando el partido en todo el trayecto. Maneja nerviosa y rápido por las callecitas curvilíneas y ascendentes de Ushuaia. Pareciera que hasta el auto siente los nervios. Lo primero que noto es el sol. El sol da muy diferente en Ushuaia. Hace frio, y por suerte tomé la precaución de abrigarme en el vuelo. Hemos llegado al invierno en solo unas horas.
Llegamos a las cabañas. Hay televisión pero no queremos prenderla. Estamos demasiado nerviosas.
Le pregunto a mi hija Victoria como vamos en la tanda de penales. Y ella me relata a la distancia... 
- 6:46 Linda, decime como va porque ni lo quiero mirar
-6:47 Van a penales
-6:47 Mierd
-6:48 Primero tiran ellos
-DIBU LA ATAJOOOOOO
-Ahora nosotros
-Gol?
-Messiiiiiii
La Metio
Si, gol!
-Bien
-DIBU ATAJO OTRA
- 6:50 Por favor contameeee
Me manda un audio...
- Y ahora va a tirar Peredes ¿Paredes? - silecio- GOLLLLL, GOLLLL
-Metieron ellos una.
- Vamos Dibu, Metemos una y listo?
- Si, creo que si. Ahora va a tirar Enzo.
-La tiró afuera
-Al estilo De Paul en la american
- Le metieron otra al Dibu
-Ahora tira Fideo
Salgo de la cabaña al bosque, porque estoy demasiado nerviosa. Escucho, y de pronto un rugido atraviesa los árboles. No sé que pasa. Trato de ver si tengo mensajes, pero la conexión no es del todo buena en el fin del mundo. Cuento mil latidos por segundo.
Y de pronto me llegan los mensajes.
-Tira Marinez
-GOLLLL
-PASAMOSSSSDS
Y en los audios le cuento que aunque estoy en medio del bosque, en un lugar alejado, escucho los gritos de felicidad y los bocinazos. Y así, en el fin del mundo, también se festejó la victoria ante Países Bajos.


Otro día les cuento que fui a hacer a Ushuaia, porque es para otro post.

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