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viernes, 11 de abril de 2014

Disfrutar a mi beba

Me gusta mucho mirarla, acunarla y tenerla a upa mientras le hago mimos sin mirar como pasa el tiempo.
Le hablo y me mira desde sus ojos increíbles, sorprendidos o veces asustados, genuinos y transparentes como solo miran quienes ven todo por primera vez.
Me gusta escuchar sus ruiditos de bebé, ver como se acurruca en mi cuerpo, como se despereza y se vuelve a encoger.
Y también me gusta cuando llora y como se calma enseguida que la levanto. Atesoro cada momento de nuestra lactancia, la conexión y el amor brotando y creciendo en mi,y el instinto de vivir en ella. Sus sonrisas de placer, como ríe con toda su cara, sus ojitos, su boca bien abierta. Un día le voy a hablar y esa sonrisa va a responderme.
Y no me digan que nos los matan estas patitas de osito : )

martes, 8 de abril de 2014

Puerperio

Quizá porque ya sabía lo que me esperaba, o quizá porque el parto fue gratificante, este puerperio fue mas fácil. Esta vez no sentí el terrible hachazo, o la experiencia devastadora que significa la maternidad. No. No debo quejarme porque fue mas sencillo, aunque también tuvo sus momentos, puedo contarlos con los dedos de una sola mano.
Apenas Isabella nació quedé dos días hiper excitada y en los que no pude dormir. Estaba siempre pendiente de las visitas médicas y no médicas. La clínica Suizo Argentina es muy buena, pero son DEMASIADO hospitalarios. Es decir, cada dos minutos viene alguien a preguntarte si necesitás algo o a hacer algo: limpiarte el cuarto, revisarte, revisar a la bebé, preguntarte que querés comer, traerte la comida, retirarte los platos, darte consejos de lactancia, sacarte fotos, preguntarte como fue el servicio.. ufff me canso de escribirlo, pero fue así. Hasta me vinieron a sacar sangre a las once de la noche. Confieso que una de las veces que vinieron a hacer algo me hice la dormida, aunque como digo, me era imposible dormir. Menos mal que tuve parto, porque si tenía que quedarme un día mas iba a colapsar.
La noche antes de irnos, me avisaron que iban a pasar a buscar a la bebé a las cinco de la mañana para llevársela a hacer el FEI. Cuando Isabella se despertó a las 4 para tomar la teta pensé que la próxima vez que se despertara ya se la iban a estar llevando. La acomodé en la cunita de acrílico, la miré un instante y casi sin darme cuenta se coló un pensamiento puérpero en mi cabeza "y si la roban y no la veo más?". Me puse a llorar ahí no mas mirando a Isabella. No era tan loco, se la llevaban a oscuras, a un horario en el que había poco personal, quizá no la controlaban a la salida por el horario. Tuve el impulso de llamar a seguridad y preguntarles si era verdad que pasaban a llevar los bebés a esa hora o era pura artimaña de la enfermera para robarla.
Ahora lo pienso y digo "pero que locura me agarró?", porque creo que robarse un bebé de ahí es casi imposible, no importa la hora que sea. Nos controlaron como 20 minutos al salir, llenaron un montón de papeles y nos pidieron un montón de papeles también. Traté de calmarme y llamar a mi cordura, aunque me acosté de vuelta con una angustia terrible. Además creo que uno de mis miedos pre parto era que se la llevaran a hacerle cosas y no tenerla al lado mio para darle la teta, y que le dieran complemento a urtadillas... bahhh quizá cosas locas que una piensa, al final nos trataron a todos muy bien y me fui bastante conforme de la clínica.
Ese fue uno de los episodios de "puerperio" que me agarró. Los otros apenas los recuerdo, pero no resvalé tanto como con ese.
En general me encontré mucho pensando en el futuro, en el trabajo. Esta vez decidí tomarme la licencia sin goce de sueldo para poder dedicarme a la familia y también replantearme algunas cosas de mi vida. Creo que trabajo demasiado, y en algo que hasta cierto punto me reditúa ganancias (económicas y personales). Es cierto que crecí mucho en estos años, pero cuando vuelvo del trabajo estoy sin ganas de nada. No quiero hacer deportes, ni me veo con amigas, solo quiero dormir y cuando voy a hacerlo sueño con el trabajo o a veces no puedo conciliar el sueño por pensar en todo lo que me quedó pendiente sin hacer.
Todo esto me devolvió a la pregunta inicial de que quiero hacer con mi vida, en que me veo trabajando y siendo feliz. Una pregunta con muchas incertidumbres y un nuevo camino quizá... Y eso produce que a veces me sienta puérpera y angustiada.
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