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martes, 30 de noviembre de 2010

¡¡Tenés que animarte Arturo!! (Entrada escrita a un amigo)

Ayer me encontré después de mucho tiempo con la gente del Taller Literario. Hace unos años asistía a un taller en el Centro Cultural Piana. Empecé a ir cuanto tenía 15 años, pero lamentablemente no por mucho tiempo. Ya postearé algún cuento de aquellas épocas.
Después empecé mi carrera, donde todo es cuadrado todo es dos mas dos, y la elegancia en las letras es inexistente. Lo que hacen esas carreras es endurecer la mano del más imaginativo escritor, te oxidan cualquier belleza literaria y te pudren las metáforas hasta el punto que todo sea putrefacto y tangible. Lo único que aprendí en esos años relacionado a la lengua, fue resumir, acortar las palabras y escribir a máxima velocidad en medio de una clase.

De vez en cuando me daba el lujo de volver leyendo una novela en el colectivo de vuelta a casa, después de estudiar durante meses para un examen.

Cuando terminé la carrera retomé un tiempo el taller del Piana, y ahí conocí a Arturo.

Arturo es un señor de mas de 70 años, de edad corporal (no me mates Arturo!!!), pero en su forma de ser aún pareciera tener 25-30 años. Es una persona muy agradable para hablar, como el resto de la gente del taller. La última vez que lo había visto hablamos sobre las relaciones sentimentales y me dijo algo que nunca me voy a olvidar (da para otra entrada y todo). Tan importante fue que dos semanas después empecé a salir con mi marido... y de paso patié a mi ex, je!
Ayer comentábamos eso y la gente del taller me decía "Arturo te trajo suerte" y él acoto, "quizá mala suerte"... jijiji.
Cuestión es que este señor escritor con todoas las letras, tiene mas de 40 años de talleres de literatura. Ha escrito ensayos, cuentos, novelas. Realmente creo que es MUY bueno haciendo lo que hace, tiene una picardía para escribir que me ha hecho llorar de risa en mas de una ocasión ¡Y no solo eso! Es muy ocurrente. Aún me acuerdo después de años las crónicas de "El hijo del colorado" o la historia de la nena que va en el auto con la madrastra y se prende fuego (la madrastra, jejeje), en fin miles de historias que escribió durante décadas de taller.
Ayer le comentaba de mi blog, y me le sembré la semilla de "El mundo blogueril". ARTURO: TE TENÉS QUE ANIMAR, hacete un blog! El mundo se merece tu talento.
Yo prometo hacerte fama (toda la que pueda, jajaja)

viernes, 26 de noviembre de 2010

Veranito, 40 grados ¡No te olvides el polar!

El termómetro marca hoy seguramente mas de treinta grados Celsius. Por esta razón, esta mañana agarré mis botas, medias y no me olvidé de un sweter grueso. Ahora el sol raja la tierra al medio, y mis manos están violetas mientras con un tecito intento entrar en calor.
¿Me terminé de chiflar el moño?
Si quizá eso es lo que piensa la gente en el bondi, cuando ve que me faltan las medias de lana para que parezca que voy al polo en medio del calor agobiante, lo cierto es una vez más me estoy muriendo de frio en la oficina.
Las batallas por el aire acondicionado son dignas de una historia épica y han llevado a mas de un grupo a discutirlas acaloradamente (cuac!) en una reunión de equipo.
Afecta al medio ambiente, afecta la salud (estamos todos resfriados), pero el aire esta clavado en 24°C… 24 TEÓRICOS (según el maldito aparato), porque acá no me jodan ¡Se está juntando hielo!
Sin embargo como en mi congelada oficina, esto se repite en todos los ámbitos. Por ejemplo te vas muriendo de calor por la calle, de pronto entras a un shoping o negocio y te congelas hasta los huesos, en ese momento sos consiente de que tendrías que tener un saco a mano…. A ver un saco ¿En verano? ¡Esto no pasaba cuando yo era chica!
Ir a comer afuera puede llegar a ser una pesadilla del friolento: señoritas se terminaron las polleras, los escotes, las remeritas de manga corta, en un restaurante si no querés que se te corte la digestión mas bien llevá un poncho a mano.
Yo no estoy en contra del uso del aire acondicionado, sufro del calor y esa fue la razón principal por la que no pude disfrutar nada de Tucumán (morí de calor!!). Mientras tirito de frio y escribo esta entrada, me pregunto porque nadie se puede conformar con “un poco mas fresco”.
¿No te bancas los 40 grados de afuera? Ok, pero 30° no está mal, después de todo es normal que haga calor ¡ES VERANO!
Y ustedes que piensan ¿Son de los eternos calurosos, o como yo se mueren de frio?

domingo, 14 de noviembre de 2010

En crisis ¡ooooooooh!

Estaba pensando como siempre tomamos a esta palabra "crisis" como algo malo, algo a lo que tememos. Será parte quizá de nuestro pensamiento occidental, pero automáticamente decir "estoy en crisis" es decir "estoy mal".

Pero hoy, después de algunas varias crisis, pienso "Bienvenida seas crisis!". Porque solo hay una crisis si algo te rompió lo suficientemente la paciencia como para decir "basta!" y el momento de cambio se avecina. Si no existieran las crisis quedaríamos eternamente encerrados en nuestra existencia de hoy y algo que jode nos lo llevaríamos a la tumba.

Creo que no hay nada peor que caminar siempre con la misma piedra en el mismo zapato.

Uno ve el abismo de la crisis y tiembla, y a veces por miedo lo deja para más adelante por meses o años. No es cuestión de largarse como un loco por el precipicio, ni quedarse en estado de pánico en el borde.
Desde el borde se puede ver como sería la caída, pero también se puede ver si hay lugares con menos pendiente o caminitos alternativos.

Tampoco es bueno vivir en crisis. A los momentos de cambio hay que darles un descanso. Tendríamos que comenzar a reconocer nuestros ciclos, de apertura de preguntas, de crisis y de vuelta al descanso. No podemos pasarnos saltando de una crisis a otra porque eso nos agotaría, y en definitiva no podríamos aprovechar aprender y fortalecernos en cada una de ellas.

No prometo que siempre sea bueno, o que siempre ganemos... tampoco vamos a pasarla bien.
Pero si ya decidimos bajar es porque arriba no es tan bueno el clima...
Nadie baja porque sí.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Pequeños recuerdos políticos de la infancia 2

Hoy vuelvo retomando un poco con mis reflexiones de política de la semana pasada.

Hoy hoy con un grupo de amigos, que uno de los grandes problemas sobre Argentina y la relación con sus políticos es la ignorancia que los Argentinos tenemos sobre economía global. Otro de los problemas es la estrechez de visión de la gente, la mayoría de las personas basa sus creencias políticas en una sola frase "yo con tal estuve bien, logré X cosa, me cerraron los números". Simple y llano. Demasiado llano para mi gusto.
Cuando tenía ocho años tuve mi primer cajita de ahorros, tenía una familia de conejos en la tapa y aunque no lo crean tuve la costumbre de guardar mi dinero en ella hasta que me casé. Por eso tengo bien viva la imagen de la tapa ya oxidada. Allí escribí 3 australes, porque fue lo primero que puse. Mis primeros ahorros.
Me podría haber comprado como 12 paquetes de figuritas, pero decidí ahorrar. Unos pocos días después no me alcanzaba ni para comprar un caramelo. Aclaración para lectores extranjeros: No estoy exagerando.
La escalada de precios era despiadada, a muchos negocios les convino cerrar sus puertas, porque lo que a la mañana vendían a 0.50 centavos por la tarde valía 1.50.
Me acuerdo un "esquech" de un programa cómico, en el que un comerciante tenía un auricular por el que le iban pasando el índice inflacionario. Entraba una clienta a comprar un chupete que al principio valía un austral, y en ese rato que hablaba con el vendedor para decidir cual llevar lo terminaba pagando 10 australes!!! Se lo enchufaba en la boca al bebé y salía corriendo espantada.
Esa fue la época de la hiperinflación en Argentina, y si yo en ella perdí tres australes, hubo gente que perdió todos los ahorros de una vida.
Me acuerdo de la propaganda "Argentina vuelve a tener peso", ahí cambiamos la moneda de Australes a peso. El cambio no era solamente en el nombre: para cambiar de australes a pesos había que sacarle un montón de ceros (creo que cuatro). Mi bis abuela estaba súper perdida, te hablaba de un millón de pesos, y en realidad eran diez pesos. Había llegado la época de la convertibilidad.
El mayor fantasma después de los Radicales para muchos Argentinos era volver a votar un radical y que volviera la inflación. Con eso nos asustaron como a chicos ¿Por cuánto tiempo?
Cuando llegó De la Rua, su principal campaña fue decir que un dolar iba a seguir siendo un peso (y lo repitió varias veces por si no le creíamos). Por eso digo que los Argentinos no tenemos idea de eso. Yo lo entendí bastante de grande: mayor flagelo que la inflación es el desempleo. Estar en casa dándole a la cabeza, viendo que se acumulan facturas, pasan los meses y no hay oportunidades, no las hay para nadie y cuando haya una simple oportunidad va a haber cincuenta esperanzados como vos tras ella.
No comprendí hasta que alguien no me dijo lo obvio: No somos competitivos, somos demasiado caros. Es básico: a un empleado en China le pagan 50 dólaes y con eso le alcanza para vivir porque su moneda está mas devaluada, acá tenés que pagar mínimo 800 dolares/pesos. Si fueras una empresa ¿Dónde elegirías fabricar? A nosotros también nos era mas sencillo importar que comprar industria nacional.
Muchos dicen "gracias a K tengo trabajo", y yo digo que también miran hasta su nariz. Los gobiernos posteriores a De la Rua tuvieron un permiso que nadie mas había tenido: Devaluar. Hablar de devaluar antes del 2000, era decir una mala palabra, quien se quema con leche ve la vaca y llora y si algún lector Argentino está leyendo esto, díganme si hubiese votado a De La Rua si el decía "Voy a devaluar".
Después de diciembre del 2001 a todos nos pareció que la devaluación no era el mal peor. Miles de voces rogaron al unísono sin entender bien porqué: si ¡Devaluá! Hacé lo que quieras, pero sacame del fuego.
Por eso digo, tenemos que aprender, tenemos que leer y educarnos en economía y tratar de comprender, porque de lo contrario somos títeres de nuestros propios fantasmas.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Pequeños recuerdos políticos de la infancia I

De chica fui a una escuela pública. Realmente fui a varias, porque era tanto lo que me mudaba que solo en la primaria cambié 4 veces de colegio. Antes las escuelas públicas reunían chicos de todas las clases sociales, y en líneas generales la clase media no dudaba en elegirla. Conocía pocos chicos que fueran a colegios privados, y eran de tener mucha plata. Sinceramente los padres pagaban porque querían, porque el nivel educativo dejaba bastante que desear.
La última de las escuelas a la que fui en la primaria era municipal, y un día un político de carne y hueso decidió reunir a varias escuelas (y medios de comunicación) para que lo conozcamos y hagamos algunas preguntas.
Había que preparar cinco preguntas por colegio para hacerle a un diputado nacional, no recuerdo el nombre. Antes de que llegara el momento, la maestra iba a revisar cuidadosamente las preguntas e iba a elegir las mejores.
No recuerdo que le preguntamos puntualmente, pero sí una pregunta que fue fuertemente rechazada. Decía más o menos así:
¿Porqué si hace unos años estábamos entre las primeras 5 potencias mundiales, ahora estamos tan mal?
La respuesta la dio la maestra antes de retirarla:
- No preguntes eso. En realidad eso fue un engaño de los gobiernos anteriores.
Yo estaba terminando la primaria y tengo 31 (cálculos a cargo del lector ;-).
Esperamos y esperamos hasta que fue hora de comer, finalmente el político en cuestión no fue al acto…

martes, 2 de noviembre de 2010

Adiós a K

Hace unos días leí en el blog de la Abuela Ciber una entrada que recomendaba no escribir enojado, ni entradas que pudieran bajar la alegría del blog (algo así decía).
Sin embargo, creo que tengo una deuda pendiente y dejé que pasaran algunos días para no sonar enojada, quizá porque alguien esperaba de mí que yo hiciera algún comentario sobre la muerte de nuestro ex presidente y no lo hice.
Lo que en realidad sucedió es que andaba con poco tiempo para escribir y aquella entrada de Lactancia y Trabajo ya la tenía escrita, la siguiente también. Solo las retoqué y salieron. El día que murió K no quise escribir nada, porque no se me ocurrió que decir. Opté por el silencio porque también creo que mi blog no es un medio de comunicación y yo no soy periodista: escribo lo que tengo ganas de escribir lo que me inspira y lo que no, no. No sentí que era obligatorio, ya tengo demasiadas cosas obligatorias en mi vida, como para sumar otra.

Sobre la política K estuve de acuerdo con algunas cosas, pero otras no. Sí estuve de acuerdo con el impuesto a la soja. Soy Bioquímica y me especialicé en suelo, y creo que a la soja hay que asesinarla a impuestos… Ya que ese yuyo no se muere con nada y nos roba la fertilidad del suelo. También estuve de acuerdo con otras políticas y creo que en mucha de ellas hubo que poner huevo y hacer cosas que todos queríamos que se hicieran pero ningún presidente se animó a hacer, y lo hizo K. Las cosas con las que no estoy de acuerdo, no me enceguecieron tanto como para no alegrarme por lo bueno que han hecho. No estoy en contra de todo, pero tampoco soy K.

No estuve de acuerdo con muchas cosas, digamos con la gran mayoría, y ahí lo dejo porque creo también que no es momento de criticar, sino de empujar la balsa para el mismo lado. De hecho esta entrada era originalmente mucho mas larga.

No creo en eso de que “yo en la época de tal estuve mejor”, eso muestra la estrechez de vista de algunas personas. Si vamos al caso mi madre compró la primer vivienda que tuvo en su vida unos meses antes de que cayera De la Rua… a veces las cosas que pasan en una familia no tienen que ver con la situación de un país, y a veces las cosas que pasan en un país no tienen que ver solo con su dirigencia. El contexto mundial es importantísimo, y hay cosas que son como una bola de nieve vieja como el tiempo y un gobierno de cuatro años no puede detener.
Me pareció reprobable la actitud de quienes salieron a festejar la muerte de un ser humano (internamente o externamente).

Pensé mucho si escribir algo o no… porque sinceramente no quisiera entrar en discusión con una persona que entra anónimamente al blog y me pide compromiso, pero no se compromete firmando el mensaje que me deja.
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