La última película de El señor de los anillos culmina con una escena muy particular: Los personajes de esta historia vuelven al pueblito que les dio origen y se sientan en el bar que siempre se sentaban antes de partir.
Cuando uno vuelve de un viaje es cuando realmente se da cuenta de cuanto lo movió y cambió ese viaje para siempre. Es un proceso que no se puede compartir con el entorno, con quienes te rodean que te preguntan "¿Y cómo te fue?" esperando que en unas pocas palabras le puedas traducir la metamorfosis que has sufrido.
Lo notás cuando volvés porque en tu lugar de siempre nadie mas cambió, todo el resto sigue tal cual lo dejaste. La chica de enfrente sigue persiguiendo chicos lindos, el señor del costado sigue en su mismo trabajo y no ha aprendido demasiadas funciones nuevas, y el kiosquero de la esquina sigue opinando lo mismo sobre la vida. Lo cotidiano lo inunda todo y a todos, mientras vos ya no comprendés esa cotidianidad.
Hablamos obviamente, de un verdadero viaje, no de unas vacaciones (sin desmerecer las tan necesitadas y preciadas vacaciones claro!!!).
Tus hábitos cambiaron, tus opiniones cambiaron pero sobre todo tu forma de ver el mundo. No podés evitar que esas personas que conociste en el viaje, esos lugares, esa forma de vida no te haya movido un pelo.
De pronto ya no encajás.
Y eso se ve en esa escena: Los personajes se sientan en esa mesa, van a tomar algo, se miran entre ellos, miran alrededor a la chica que les trae las bebidas, miran el pueblo...
Y acá me dispongo a contarles la historia de un viaje, por este motivo ha cambiado el blog. Estas fotos son de aquel lugar al que uno va y cuando vuelve ya no es el mismo.
¡Qué hermoso es lo que escribiste Caro! y qué maravillosas las fotografías...de alguna manera me permiten sentir aunque sea un poquito esa sensación tan hermosa ante el contacto con la naturaleza...obviamente, en vivo todo se intensifica a la enésima potencia...
ResponderEliminarJustamente recién estaba hablando con alguien sobre esto de viajar...uno de los placeres más hermosos de la vida...si por mi fuera, me recorrería TODO el mundo, hasta los rincones más insospechados...
Es increíble como ciertos viajes nos cambian por completo...y cuando digo "viajes" no me refiero solo a las vacaciones o a algun viaje a Europa o a algun lugar demasiado lejano...la semana pasada fui por dos dias a Buenos Aires, dos dias nada mas, dos dias que pasaron a ser los mejores de mi vida y no se debió a la ciudad...se debió a la persona que fui a conocer...y a todo lo que vivi con esta persona...que al volver...ya no era la misma. ¡Y es que de eso se tratan los viajes! de disfrutarlos de tal manera que volvamos a nuestro hogar y a nuestra cotidianeidad con ese plus que nos permite crecer interiormente...
Gracias Val por tan largo comentario, espero que esa persona que conociste te haga bien.
ResponderEliminarBienvenida nuevamente al blog!
Beso enorme
Caro
De nada Caro, pasé a releer lo que había escrito porque lo envié sin revisarlo y me encontré un error. Puse dos días que pasaron a ser los mejores y en realidad me faltó el "de", de los mejores de mi vida, en fin, era una nimiedad, pero no me gusta que me queden errores en lo que escribo (es una manía jaja).
ResponderEliminarEspero que estés bien, ahora voy a leer las últimas entradas así me pongo al día :)
Caro
ResponderEliminarMe encantó este relato. Es tan cierto. Cuando pasan cosas, conocés distintas culturas, sumár experiencias, variedad de personajes, y situaciones, creas un collage sobre tu canvas, un tanto diferente del paisaje del pto de partida.
Besos
Muchas gracias Viki en serio ;)
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