
Adoro leerle a mi hija, pero juro que si volvía a leer una vez mas "Barbie y la magia de Pegaso" me iban a sangrar los ojos, o la mente.
Viki tiene muchos libros en su biblioteca, quizá en este momento numéricamente mas que yo. Tiene de todo, pero a los cuatro años siempre se topa primero con Barbie.
Los otros son libros comunes, muy lindos pero sinceramente ya me estaban aburriendo. Entonces me propuse ponerme en campaña y buscar algo que le interese a ella, pero que también me interese a mí, porque leer 800 veces lo mismo y en voz alta y que además sea malo se me hace difícil (¿A nadie mas le molesta leer en voz alta?).
Menuda tarea encontrar algo que me interese y pueda captar la atención de una niña de 4 años... sin embargo luego de varias internaciones en librerías durante horas lo encontré.
De chica me gustaban mucho las historias de terror de Elsa Bornemann, entonces comencé por allí. Sabiendo que mi hija es miedosa no se me ocurriría comprar un libro de terror, pero busqué dentro de la autora algo que haya escrito para los niños lo mas pequeños posibles.
Así me encontré con "Un elefante ocupa mucho espacio", un libro que en realidad es viejísimo (lo prohibieron durante la dictadura), pero los temas no han perdido vigencia. Nos encantó. Tanto que parte del viaje a Brasil lo hicimos leyendo este libro, lo llevamos a la playa y ahora es una opción mas a la hora de dormir. Los cuentos son cortitos, de dos o tres páginas, lo cuál es ideal para que los niños si son pequeños no pierdan atención. Además tiene un doble mensaje, uno para el padre que esta leyendo y otro para el niño. Gustan porque enganchan desde el principio, a veces con una idea loca desopilante y otra porque al final te deja pensando un "¿y porqué no?". Esto último creo que ha de ser fantástico para estimular las mentes aún no estancadas y no estructuradas de los niños, y hasta quita rigidez al adulto. Como cuando Gaspar se pone a caminar con las manos y los policías del pueblo se ocupan tanto de perseguirlo y cuestionarlo que dejan libre la ciudad para los ladrones, hasta que Gaspar pregunta ¿Acaso está prohibido caminar con las manos?". También habla de la justicia, o la injusticia, como cuando el Comesol comienza a cobrar por algo que debe ser gratuito como el sol. Este es un libro para pensar "en elefante", y no hay cuento que sea desperdicio. Me encanta leerlos en voz alta, y gesticular y charlar con ella un rato después de cada cuento, le explico algo si no comprendió bien, o algún significado de una palabra que no conocía.
Es francamente una sorpresa grata saber que la literatura infantil puede ser un mundo tan apasionante. Si se necesita talento para escribir, creo que se necesita el triple de talento para escribir para niños, y Elsa Bornemann tiene el talento para interesar a niños y atrapar a adultos al mismo tiempo. Tan cerca del día de la memoria, no puedo dejar de pensar en las personas que se llevó la dictadura, y en las cosas que se quería llevar (como los libros de esta autora) y que afortunadamente no se llevó.
Se los recomiendo, porque después de todo, para pensar en elefante, hay que leer en elefante ;-)
Viki tiene muchos libros en su biblioteca, quizá en este momento numéricamente mas que yo. Tiene de todo, pero a los cuatro años siempre se topa primero con Barbie.
Los otros son libros comunes, muy lindos pero sinceramente ya me estaban aburriendo. Entonces me propuse ponerme en campaña y buscar algo que le interese a ella, pero que también me interese a mí, porque leer 800 veces lo mismo y en voz alta y que además sea malo se me hace difícil (¿A nadie mas le molesta leer en voz alta?).
Menuda tarea encontrar algo que me interese y pueda captar la atención de una niña de 4 años... sin embargo luego de varias internaciones en librerías durante horas lo encontré.
De chica me gustaban mucho las historias de terror de Elsa Bornemann, entonces comencé por allí. Sabiendo que mi hija es miedosa no se me ocurriría comprar un libro de terror, pero busqué dentro de la autora algo que haya escrito para los niños lo mas pequeños posibles.
Así me encontré con "Un elefante ocupa mucho espacio", un libro que en realidad es viejísimo (lo prohibieron durante la dictadura), pero los temas no han perdido vigencia. Nos encantó. Tanto que parte del viaje a Brasil lo hicimos leyendo este libro, lo llevamos a la playa y ahora es una opción mas a la hora de dormir. Los cuentos son cortitos, de dos o tres páginas, lo cuál es ideal para que los niños si son pequeños no pierdan atención. Además tiene un doble mensaje, uno para el padre que esta leyendo y otro para el niño. Gustan porque enganchan desde el principio, a veces con una idea loca desopilante y otra porque al final te deja pensando un "¿y porqué no?". Esto último creo que ha de ser fantástico para estimular las mentes aún no estancadas y no estructuradas de los niños, y hasta quita rigidez al adulto. Como cuando Gaspar se pone a caminar con las manos y los policías del pueblo se ocupan tanto de perseguirlo y cuestionarlo que dejan libre la ciudad para los ladrones, hasta que Gaspar pregunta ¿Acaso está prohibido caminar con las manos?". También habla de la justicia, o la injusticia, como cuando el Comesol comienza a cobrar por algo que debe ser gratuito como el sol. Este es un libro para pensar "en elefante", y no hay cuento que sea desperdicio. Me encanta leerlos en voz alta, y gesticular y charlar con ella un rato después de cada cuento, le explico algo si no comprendió bien, o algún significado de una palabra que no conocía.
Es francamente una sorpresa grata saber que la literatura infantil puede ser un mundo tan apasionante. Si se necesita talento para escribir, creo que se necesita el triple de talento para escribir para niños, y Elsa Bornemann tiene el talento para interesar a niños y atrapar a adultos al mismo tiempo. Tan cerca del día de la memoria, no puedo dejar de pensar en las personas que se llevó la dictadura, y en las cosas que se quería llevar (como los libros de esta autora) y que afortunadamente no se llevó.
Se los recomiendo, porque después de todo, para pensar en elefante, hay que leer en elefante ;-)