De a poco se va el bronceado, ya quedó atrás la arena de la playa y comenzaron las clases, las adaptaciones, las cosas del trabajo y el ritmo del año. Estamos en Marzo, y no quiero que comience el otoño y al instante siguiente se congelen las narices. No quiero otro año con esa sensación de velocidad. Ni que llegue de pronto ese momento del año donde los negocios decoran sus vidrieras con árboles nevados.
Ahora mi hija tiene 4, una edad preciosa, inocente inteligente, espontánea. No sé si a los cinco podrá seguir teniendo esa capacidad de sorprenderse y decir algo espontáneo e increíble que jamás nadie había pensado antes. Pronto tendré 33. Me siento en un buen momento y una edad ideal donde muchas cosas son posibles.
¡No te vayas tan pronto 2012!
Hoy quisiera detener un poco el tiempo, saborearte y elegirte. Sos un año demasiado especial como para que ya sea Marzo.
Hola, Caro!!!
ResponderEliminarMíralo así: solo son fechas de calendario; la verdad es que ese mismo marzo trae la primavera a otros lugares del mundo... por ejemplo, acá donde yo vivo :)))
Vicky seguirá siendo esa niña sensible e inteligente con 5 años, no lo dudes!
Y yo pronto tendré 35, el 2011 fue un año de cambio, el 2012 está siendo un año de asentamiento, y me da igual que se acabe porque los años son momentos en la continuidad de la Vida, que es preciosa!!!!!
un beso y escribe pronto
Q lindo sería poder detener el tiempo! Pero no se puede...asique a disfrutar cada segundo de la vida no como si fuera el último...sabiendo q lo es y q vale la pena ser vivido!
ResponderEliminarBesito enorme!