No puedo creer que a todo el mundo le pase desapercibido, que nadie mas lo vea y que las autoridades no hagan nada.
Todos los días cientos de niños son obligados a subir al subte a pedir, pero algún cerebro brillante considero que además de someter a los niños a andar pidiendo estos además deben generar algo mas profundo en la gente para recaudar mas. Como si no fuera suficientemente malo que estos niños no tengan infancia, no puedan jugar, no puedan estudiar ni alimentarse como necesitan, ahora los obligan a perder respeto por su cuerpo desde pequeños y de la forma mas sutil, haciendonos participar a todos nosotros.
Es así como los chicos se suben al vagón donde hay promedio 50 adultos, y van uno por uno dando la mano y un beso a cada uno. Esto además de exponerlos a posibles abusadores (que lamentablemente abundan en Buenos Aires), los expone también a miles de enfermedades que pueden tener las personas que ellos deben besar.
Si alguien piensa que exagero diciendo que esto es prostitución infantil, que haga la prueba total, no pasa nada. Suban al subte, besen a 200 desconocidos y después cuentenme si aun se sienten dueños de su cuerpo, si hay mucha diferencia entre eso y otra cosa, y si realmente creen que esto no es una puerta de entrada a otras cosas.
El viernes mismo lo comprobé con una nena que se subió besando automáticamente a todos los adultos. Cuando le dije que no, y la miré con firmeza, me miro con una sonrisa, su mirada era de gratitud, porque en vez de haber tenido que besar a 40, solo le quedaban por delante 39.
No se quien habrá sido la mente siniestra, pero esto debe detenerse, por el bien de los chicos.
Terrible lo que comentas, tan real y que ajeno el ser humano a aquello que pasa tan cerca no???
ResponderEliminarCariños.
¡Qué fuerte !
ResponderEliminarCasi te puedo ver, Caro, diciéndole que no a esa niña y mirándola con firmeza... transmitiéndole un mensaje de corazón a corazón.
¿Quién puede salvar a estos niños ??
Caro, sinceramente, en Rosario CREO que aún no sucede ese tipo de cosas (no me refiero al abuso sexual que lamentablemente está en todos lados, sino a esa nueva locura de hacer que esos niños besen a cientos de desconocidos). Es una nueva realidad la que estás trayendo a mi mente y concuerdo con tus palabras: es abusivo, es un abuso más sutil quizás, pero no deja de provocar -creo yo- cierta despersonalización, enajenación del sujeto como tal. Es realmente lamentable y me alegra que hayas sido parte de la negación a tal suceso.
ResponderEliminarCon respecto a tus palabras hacia mi último escrito, me gustó la vuelta de tuerca que le diste...pero quizás yo las pensé más desde otro lado. Creo que lo relacionaste con la sociedad de hoy, sociedad de la simultaneidad y de la prevalencia de las imágenes. Pero si me leés entre líneas (o sin leerme entre líneas incluso, en frases como: " entonces lo verdaderamente oculto trasciende las imágenes")...notarás que a lo que hice referencia es más bien al orden del deseo que trasciende lo meramente físico y que tiene muchísima relación con lo mental, también con lo sentimental. Creo que "la llama" se enciende desde la ilusión y también desde momentos concretos, no estoy hablando de la ilusión platónica que nos vende la tv...sino de la ilusión o de la fantasía que surgen cuando estás conversando con alguien por ejemplo, y sus palabras te tocan el alma y de repente comenzás a ver a esta persona con diferentes ojos (es lo que me pasó recientemente con quién pensé que solo era mi amigo), entonces es imposbile que dentro de uno no nazca cierta ilusión, cierto deseo...y de ahí en más nace el orden de lo que ocultamos o lo que mostramos sobre ese deseo. Deseo que no tiene que ver únicamente con una noche de sexo en el medio de una ciudad que se congela por la frialdad o la superficialidad, deseo que tiene que ver con lo más profundo de nosotros mismos como seres humanos, con lazos sinceros que nos unen con el otro. Entonces no es ya cuestión de prender un fósforo y pasar un buen rato, es cuestión de construir una relación que pueda ser pensada..como vos decís...como un hogar a leña, basada en la amistad y en el respeto, y también...en el deseo. Relación que quizás no vaya a ser eterna, pero que nos brinde calor y luz para reconfortar nuestro espíritu.
Muchas gracias a las tres!!!
ResponderEliminarLa realidad de los chicos que están en la calle es muy triste. Lamentablemente no sé si hay una solución. Solo quería resaltar este hecho que pasa a diario en los vagones del subte y que la gente normalizó, o que peor aún te miran raro si no accedés a darle un beso a una nena.
Val, como siempre tu entrada me encantó y extrañaba realmente que escribieras. Ojalá vaya para adelante con ese “alguien” ;-)
Un abrazo!!