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lunes, 11 de enero de 2010

Aún creo en los reyes

Estaba leyendo algunos blogs, en los que muchas madres se preguntaban si es lícito o ilícito “mentir” sobre los reyes y papá Noel, el ratón de los dientes y tanta inquietud por parte de aquellos padres, me dio mucha risa. No sé de que hablan ¡Si los Reyes Magos y papá Noel existen!
Esta es una duda que tenemos, y trasmitimos a los niños, y alguna vez voy a averiguar quien fue el primero en dudar, pero no es una duda de ellos. Seguramente el primero en dudar fue un adulto, siempre están esperando cosas feas de la vida ¡temen por todo lo que han perdido! Perdieron su infancia, y la capacidad de imaginar y crear solo con la mente.
Me acuerdo cuando era chica, que no necesitaba nada más que mi imaginación para crear el mundo. Jugaba en un patio de una amiga, y lo que para un adulto era una pared que le hacía falta revoque, para mi y para mi amiga era un mapa que tenía diferentes planetas de “una galaxia” inventada por nosotras. Me acuerdo de Júpiter, porque era un tremendo agujero en el medio de la pared… nadie venía a decirnos si esa galaxia existía o no existía… porque gracias a Dios los adultos no estaban metidos en ese juego que ERA NUESTRO.
No necesitábamos aclaraciones,
Ni mentiras,
¡¡Ni cuentos vacíos de imaginación!!
Solo jugábamos, éramos súper felices, y nadie nos venía a decir que nuestra galaxia era una pared llena de agujeros… La imaginación de un niño es como la ópera, y la de los adultos es como la música de chimpancés golpeteando sobre cacerolas.
Hay muy pocos juegos que podemos jugar con nuestros hijos, y este es el único que no requiere nuestro intelecto (claramente inferior al de nuestros niños), ni nuestras explicaciones carentes de sentido común.
¿Estaremos a la altura para jugar con ellos? Tendríamos abandonar aunque sea una vez por año, nuestra mente de adultos, y creer en aquellos duendes que ayudan a papá noel, o en el pastito y el agüita que hay que dejarles a los camellos, en esos seres bondadosos que nos dejan regalos… será demasiado bueno para ser cierto ¿Podremos aguantar tanta belleza? O caeremos en tontos cálculos sobre la cantidad de niños en el mundo y la velocidad necesaria para repartir tantos regalos.
Cuando juegan solos los niños no dudan.
Alguno de nosotros nos hemos preguntado, porqué en el único juego que nuestros niños juegan con nosotros, ellos dudan, caen a la triste realidad de este mundo… ¿Serán sus preguntas? ¿O las nuestras?

4 comentarios:

  1. Caro: la verdad yo trato de estar atenta, cuando juego con un chico, a la imaginación de él.

    Mi sobrina tiene 3 años y cada vez que jugamos juntas todo se convierte en algo mágico. En donde tiene una hermana mayor (que no tiene y no soy yo), en dónde es la mamá de su bebé y yo la Doc. A veces usamos la realidad y ella el otro día me ponía hielo y me curaba la panza que está llena de moretones del tto. Y ella me decía: tiene que comer menos porquerías.

    Por suerte ella cree en Papá Noel, y sobre todo todavía cree en la mamá y el papá.

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  2. Hola Pilot,
    Gracias por seguirme!! Esa quizá es la idea, tener la oportunidad de imaginar aún siendo adultos, es un viaje de vuelta a la infancia ¡Cuánto olvidamos quiénes somos! Lo que nos gustaba, lo que éramos capaces de crear e imaginar. A veces por vergüenza no nos liberamos. ¿Leíste “El principito”? yo nunca lo leí entero, siempre fragmentos por separado pero es tan intenso, que las ideas quedan bien gravados.

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  3. Hola Caro, gracias por tu visita y tu comentario.
    Me temo que has malentendido un poquito lo que he querido decir en mi blog...o tal vez no he sabido explicarlo... Por supuesto que me encanta la fantasìa, nos encanta. Si te das una vuelta por mi cajòn de cuentos veràs còmo nos pasamos las tardes metidos en historias fantàsticas... La cuestiòn aquì con los reyes magos es màs una cuestiòn que este año me ha pegado en el ego y un poco en la autonomìa que trato de cultivar en mis hijos. Me ha parecido una incongruencia que unos ajenos les regalen y no sus padres que los amamos tanto, asì como es incongruente lo que hacen algunos adultos de dejar en manos de ajenos el chantaje (si no te portas bien no te traeran regalos). No sè si se entiende la analogìa: no para mal pero tampoco para bien. De pronto he pensado que lo màs autèntico es que se den cuenta que los papàs les hemos comprado regalos por el simple hecho de amarlos y hacerlo bajo el manto de magia de la historia: lo hacemos porque lo hicieron hace dos mil y pico años unos sabios de oriente y contar la historia autèntica.
    Aunque no lo hemos hecho. Un año màs nos hemos dejado llevar por la corriente. Quièn sabe el pròximo...

    Saludos!!

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  4. Hola Al,
    Gracias por pasar por aquí, espero que te guste mi blog! En verdad tu blog me inspiró sobre el tema de escribir sobre los reyes, pero no fue respondiendo a tu blog que escribí mi entrada, en es algo que veo que se repite mucho. Los padres sienten que están “mintiendo” a los chicos… Quizá lo bueno sería aclarar en el momento que pregunten que es un juego… Hay muchos chicos que hasta grandes Y SABIENDO LA VERDAD, dicen “yo creo”. A los chicos les gusta lo maravilloso, yo creo que cuando le diga la “verdad” o mentira va a pasar a ser solo un detalle.

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