Debo confesar que amo los libros de Ciencia Ficción, fueron una compañía desde chica y durante toda mi adolescencia. A muchos les daba bronca verme leyendo como si nada pasara. Me decían que me ponía como autista, y que una bomba me podía estallar al lado y yo nada…
Me leerán en varias entradas hablando de algún libro en particular, o de algún autor, porque en aquella época leía algunos libros en solo unos pocos días. Como los drogadictos acuden a las drogas, yo no esperaba el momento para tener mi libro entre las manos otra vez, y entrar a una librería era sí o si salir con un libro. Podía no comprarme ropa y no me importaba tanto como necesitar mi libro.
No concebía la idea de viajar en colectivo o subte sin leer, y esperaba a terminar de comer dedicarme nuevamente a la lectura. Siempre sentí que dormir era perder el tiempo… claro eso lo sentía cuando aún no era madre, porque en los primeros meses de vida de mi hija cada segundo que podía dormir y no lo hacía ¡Era una pérdida de tiempo!
Pero volviendo a la época de lectura, me acuerdo que comenzaba con un autor y no lo largaba, era “enamoradiza”, me gustaba un libro y como no quería que se termine, me compraba otro del mismo autor.
Como a los diez años leí un libro que nunca supe como se llamaba, ni quien lo escribió. Todavía lo busco, porque me muero por volver a leerlo. Era sobre un pueblo que comenzaba a ver luces extrañas en sus cielos, y comenzaban de a poco a cambiar su estilo de vida para estar en vigilia durante la noche. El suspenso crecía hasta el final del libro que se develaba el misterio de las luces. Si alguien que está leyendo esta entrada recuerda el nombre/autor del libro ¡Agradeceré enormemente me lo diga!
Y comencé enamorándome de Ray Bradbury a los trece años. Me acuerdo que en una conversación de adultos escuché que mi tío hablaba de “Fahrenheit” me gustó la historia que contaba y se lo pedí prestado. Como para él era como una biblia, me compró otro, y ahí comenzó mi gusto por el género.
Me gustaba volar y pensar que podía haber sitios diferentes, y mi mente vivía más tiempo en esas historias de mundos paralelos que en la realidad. Me gusta Bradbury, y lamenté no poder conocerlo, hace unos años iba a venir a Argentina, y yo me vi de pronto con una mochila llena de libros para ser autografiados, como la mochila iba a ser pesada mas bien me vi necesitando un flete. Después se enfermó y no vino, pero lo sigo esperando.
Ahora pensaría que no es bueno vivir así… en la fantasía de un mundo inventado por alguien más. Pero la ciencia ficción no es delirio, al contrario de lo que se piensa generalmente, y el género se asocia de inmediato con naves que viajan a la velocidad de la luz, monstruos y extraterrestres y se ha visto lamentablemente desprestigiado (en otra entrada escribiré mi teoría sobre la razón). Mucha ciencia ficción tiene una base científica a veces solo teórica. Se podrías decir entonces que en principio toda teoría científica es ciencia ficción, porque no hay nada que esté probado aún.
Algo que la gente no sabe es que muchos autores de Ciencia Ficción son científicos. Es el ejemplo de Artur C. Clarke (mi segundo novio, ja!!). Este hombre tiene tantos títulos universitarios que ya me los he olvidado, entre algunos puedo decir que es colega mío, y que por su culpa me he visto en gran parte empujada a estudiar la carrera que estudié.
Otra cosa que la gente no sabe es que el primer libro de Ciencia ficción, fue escrito luego de un avance Científico muy importante. Hablo de Frankestein. Este libro, que todos sabemos fue escrito luego de una apuesta, y de que la autora soñara con el monstruo, también tuvo su base científica. Unos pocos años antes se había descubierto como la electricidad jugaba un papel fundamental en la trasmisión del impulso nervioso. Era un descubrimiento reciente, del que ahora tenemos todos los detalles, pero en el contexto histórico del libro es al menos interesante.
Antes de irme por las ramas con esta entrada, solo quería contarles que me leerán escribiendo sobre el género, porque como verán ¡Yo amo a la Ciencia Ficción! Y no me cuesta para nada escribir sobre este tema.
Hola otra vez Caro, a propósito de la ciencia ficción, ¿qué pasó con "La ciudad del sol"? Fue novela nomás? Un beso. Cristina Scarlato
ResponderEliminarHola Cris!! Que lindo que pases por acá!
ResponderEliminarTe acordás de mi cuentito? Ni yo me acordaba! El cuento quedó en cuento y no llegó a ser novela. Desde que tuve a Viki no escribí ni un renglón, bueno ahora estoy retomando con el blog, pero sabés que cuentos no. Y es una lástima porque las ideas no se me terminaron, siempre volando yo! Tengo ganas, quizá podríamos hacer un taller virtual.
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ResponderEliminarHola Maydi!!
ResponderEliminarUn policial negro? De ciencia ficción? Dejame pensar o llegar a mi casa y ver en mi biblioteca a ver si me acuerdo de alguno. A vos te recomiendo Sturgeon “Más que humano”… por tu profesión, una colega tuya a la que se lo recomendé le encantó. Ya voy a escribir sobre él en mi blog, es un libro hermoso y con un gran trasfondo emocional y psicológico.
Ahhhhhhhh, también me acordé de otro, que hicieron película: Esfera, no me acuerdo el autor. Te va a gustar ;)
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